Domingo 1 de septiembre de 2013
Llegó el momento, el momento de volver a hacer las maletas, el momento de despedirse y volver a la rutina, esa rutina que cuando realmente consigue volver a ser "rutina" te hace sentirte bien y cómodo, pero que hasta llegar a ese momento se convierte en la famosa "cuesta de enero" del verano.
Un verano diferente, cargado de sensaciones, se sentimientos encontrados, un verano con unas vacaciones espirituales y con la sensación de haber aprovechado cada momento del día. Un verano para desconectar, encontrarse a uno mismo y encontrar las ganas de vivir y sentirme vivo.
Llega el momento de las despedidas, de volver al trabajo, de volver a la rutina, de volver a la responsabilidad o simplemente de "volver a volver". Y vuelvo cargado de energía positiva, con las pilas al 100%, con ganas de trabajar y sintiendo la fortuna de poder hacerlo.
He tenido la oportunidad de sentirme "libre" como nunca antes lo había sentido, de realizar un camino que tanto ansiaba hacer y que me hizo sentirme pleno espiritualmente, ese camino de Santiago del que tanto bueno hablan y que nunca eres capaz de comprender hasta que lo vives en tus propias carnes. He vuelvo a ser "yo mismo" y sentirme realizado, he conocido a grandes personas que espero mantener en mi vida y he afianzado la amistad con otras que me han demostrado el significado real de la palabra AMISTAD.
Quizás sea la euforia de haberme sentido realizado o simplemente las pocas ganas de "hacer la maleta" pero me veo en la necesidad y en el momento de "DAR LAS GRACIAS" a todos/as que han hecho posible todo esto estas vacaciones. Unas vacaciones que llegaron cuando más las necesitaba, que hicieron posible desconectar por momentos las penas y dar paso a las alegrias. Unas vacaciones que me devuelven las "ganas de vivir" y disfrutar cada momento, o simplemente unas vacaciones que me hacen madurar personalmente.
Ahora llega el momento de volver a darlo todo, esta vez, profesionalmente, de demostrar las ganas y el empeño por conseguir los objetivos, de innovar, de aportar ideas y demostrar mi compromiso como persona, trabajador, amigo, hijo, hermano, es el momento de "volver a volver".
